Raphy Pina defiende legado de su padre
A finales de la década de los 90, el negocio de manejo de artistas de don Rafael Pina estaba en todo su apogeo. Su catálogo de artistas incluía reconocidas figuras de la música tropical como Milly Quezada, Manny Manuel, Gisselle, Los Hermanos Rosario, José Alberto “El Canario” y Juan Luis Guerra.
Su hijo Raphy, con apenas 16 años de edad, le sugirió que probará suerte con el reguetón, un género musical que entonces sólo era popular a nivel “underground”. El veterano aceptó la propuesta y le encargó al joven hacerse cargo de la nueva división, sin apenas sospechar que ahí marcaba el futuro de su empresa.
“Admiraba la forma en que mi papá trabajaba con los artistas y le dije que si hacía lo mismo con un rapero iba a hacer historia. Él creyó en mí y comenzamos a trabajar en la carrera de Don Chezina. Ahí comenzó a organizarse el género”, recordó Raphy.
Lamentablemente, don Rafael sufrió un ataque cardíaco en el año 2000 que le provocó la muerte. Por lo que, de golpe y porrazo, la responsabilidad de seguir adelante con la empresa recayó sobre Raphy.
“Fue tremendo reto para mí, porque encima del dolor de la pérdida tuve que echar a un lado mi juventud (tenía 20 años), para tomar las riendas de una compañía de tal magnitud que yo no tenía la experiencia para dirigir y que mucha gente pensaba no iba a poder sacar adelante”, relató.
“Lo que hice fue mantener la plataforma y el equipo de trabajo que tenía mi papá y decidí que antes de dar cualquier paso pensaría qué haría él, siempre tratando a todos con mucho respeto como él me enseñó. Descubrí que eso estaba dentro de mí, porque mi papá y yo éramos como Batman y Robin, pero simplemente, antes no me tocaba a mí tomar las decisiones”, añadió.
Al timón de la empresa, Raphy inició nuevas proyectos, como la producción de los discos y los espectáculos de sus artistas. En la marcha aprendió cada detalle relativo a la industria discográfica, desde la producción hasta la distribución. Abrió su propio estudio de grabación y poco a poco construyó el imperio que hoy comanda dentro del género urbano bajo el sello Pina Records.
“Esta es la mejor manera de trabajar a un artista porque tienes el control de todo, además de que hoy día lo que se invierte en un disco es mayor que la ganancia. El disco se puede piratear, pero al artista no; él tiene que ir a las presentaciones. La mejor prueba es lo que logramos hacer con Rakim & Ken Y, que definitivamente, hace cinco años implantaron un nuevo estilo en el género del reguetón y hoy día es nuestro talento más sólido”, argumentó Raphy, quien afirma que a pesar de la recesión económica, su empresa está en estos momentos “en su mejor momento, porque muchos artistas quieren estar bajo nuestra firma”.
Ejemplo de eso es la reciente unión del cantante, compositor y productor Gabriel Cruz, mejor conocido en la industria como Wise, a Pina Entertainment Group.
La empresa de Pina se encargará de todos los proyectos del artista, entre los que están la producción “The Gold Pen” (cuyo salida al mercado incluirá el lanzamiento de una línea de bolígrafos) y un grupo juvenil de salsa.
“Me satisface mucho que alguien tan talentoso como Wise deposite en nosotros su confianza. Entendemos que podremos expandirla y darle el aire internacional que merece”, indicó Pina.
Entre los próximos proyectos de Pina Records está el lanzamiento de las producciones de Tony Dize y Plan B, así como el inicio de una división dedicada a la música cristiana, que estrenará en el 2010 con una nueva artista latina y el primer disco de temática sacra de Rakim.
“Sé que mucha gente va a dudar de mis intenciones, pero yo creo que no hay que ir a la iglesia para sentir a Dios. Precisamente, lo que quiero es llevar un mensaje espiritual a la gente que no va a una iglesia, pero que necesitan un poco de paz y amor para superar las cosas malas que pasan en la vida”, concluyó Raphy, quien sobre sus logros profesionales considera que su mejor producción son sus tres hijos.
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