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Es hora de ponerle el cascabel al gato y que las autoridades echen al zafacón la vieja práctica de conceder facildiades a empresarios que insisten descaradamente en proclamar a los cuatro vientos que son "sindicalistas" del pésimo transporte público que nos gastamos. De 1962 al momento, miles de milollones de pesos han dilapidado distintos gobiernos dizque para mejorar el deficiente transporte público. De ahí que un grupito de seudo sindicalistas han amasado millonarias fortunas y las autoridades se han ehcho de la vista gorda posibilitando que estos señores controlen la mayoría de las rutas de conchos, minibuses y autobuses, no solo en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, sino en el Cibao, Línea Nororeste, Este y el Sur.

Y eso ha sido posible por el clientelismo puesto en práctica por quienes han goberando. Autoridades que ceden a las acciones chantagistas de empresarios del transporte que dizfrazados de sindicalistas continúan amasando fortunas millonarias de las que con coprotagonistas la mayoría de los choferes que se dejan coger de conejillos de indias por esos vivos.

El único esfuerzpo serio de transporte es el Metro de Santo Domingo, al margen de sus elevados costos operacionales, sobre todo, pro la corta distancia de su ruta, 14.5 kilómetros. A decir verdad, la ciudadanía tiene que empodrarse y exigir sus drechos, denunciar a esos farsantes y reclamar a las autoridades que pasen de las palabras a los hechos y de una vez por todas, organicen el caótico trnsporte público.