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Rafael Gómez Acevedo, fue sin dudas, el mejor presidente del Círculo de Locutores. Vale la pena recordar la permanente actividad en que mantuvo al gremio y su presencia en los medios. El madrugador organizó encuentros familiares en completo orden. Su esposa Thelma Nurys Espinosa, fue sercretaria sin salario del Círculo.

Asimismo, Gómez Acevedo fue el más entusiasta directivo de la entidad en aras de conseguir que se designara una calle como Paseo de los Locutores y el Panteón de los profesionales del micrófono. Igualmente, escribió "La clase olvidada", libro que trata sobre la locución. Posteriormente, Gómez Acevedo ingresó al Evangelio con su familia. Cuando se hable del Círculo, hay necesariamente que mencionar a Gómez Acevedo.