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Los empresarios que controlan varias rutas de carros públicos, entre las que se encuentra la que parte de la Tunti Cáceres al parque Independencia, aumentaron de doce a quince pesos el pasaje ante la mirada indiferente de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre(OTTT), organismo lleno de burócratas e infuncional.

Distintos gobiernos han creado varias instituciones además de la citada dizque para organizar el tránsito, labor que no han desarrollado nunca. Asimismo, las autoridades se han dejado extorsionar de los líderes de "federaciones" de transporte que son empresarios que tienen la cahaza de autodenominarse "sindicalistas".

Nosotros, como no pertenecemos a ningún partido, le decimos al pan, pan, y al vino, vino. Allá quienes fungen de bocinas del gopbierno y el Partido Revolucionario que todo lo politizan. Ese es su problema y modus vivendi.

Válido es recordar que a fines de los sesenta sólo existían dos sindicatos: Unachosín y la Unión de Motoristas y Automovilistas, entidades que realizaron una huelga cuando visitó el gobernador Rockefeller de Nueva York. Ese día no salió un concho y el presidente Balaguer procedió cuando se fue Rockefeller a invitar a su despacho a los dirigentes de las mencionadas organizaciones.

Les regaló decenas de carros Valiant Plymout y autobuses. A partir de ahí, comenzaron a multiplicarse como la verdolaga los "sindicatos" de choferes de minibuses, autobuses y conchos frente a la indeferencia de las autoridades.

Sólo Santiago tiene transporte público organizado por el fenecido síndico Jorge Gobaira. Lo del Distrito Naciona y la provincia Santo Domingo es un caos, que dicho sea de paso le sale caro a los pendejos contribuyentes.

El Metro de Santo Domingo es el único esfuerzo serio de ofrecer a la ciudadanía un medio de transporte barato y eficiente, al margen de los millones que pudieran embolsillarse por la izquierda sus promotores.