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Aunque era su médico de cabecera, Conrad Murray no vivía en el mismo lugar que Michael Jackson y ahora se dice que abandonó la mansión del cantante luego de suministrarle poderosos fármacos.

Murray, quien ganaba unos 150 mil dólares al mes para cuidar a Jackson, es el principal objetivo de una investigación policial que intenta demostrar su culpabilidad en la muerte del Rey del Pop.

De acuerdo con la página dailymail.co.uk, los investigadores creen que Murray usaba su suite en la villa de Jackson en Beverly Hills como una "clínica" y tenía una residencia separada.

Además, en ese sitio web se señala que Murray inyectó poderosos medicamentos al cantante y lo dejó en su habitación.

Hasta ahora se decía que Murray había suministrado los medicamentos a Jackson y después se había retirado a su propia habitación, pero trascendió que el médico no habitaba la casa del cantante

La semana pasada se mencionó que el Dr. Murray atendió llamadas telefónicas mientras Jackson enfrentaba un paro respiratorio.