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Como si se tratara del mismísimo Doctor Frankenstein, el jefe creativo de la discográfica Sony, Clive Davis, está dispuesto a devolver la vida a su criatura, a esa que descubrió en 1983 en New Jersey cuando estaba al frente de Arista y convirtió en la diva del pop por excelencia, un chorro de voz de fama mundial antes de que ella -con la ayuda de Bobby Brown- se transformara en pasto de la prensa: Whitney Houston.

Como anuncia a bombo y platillo su página web www.whitneyhouston.com, "la espera ha concluido". El 1 de septiembre será la fecha de la resurrección de Houston con la salida al mercado de su séptimo álbum, el primero en siete años de ausencia, titulado I Look to You.

En estos últimos años Houston ha sido noticia por serle confiscadas bolsas de marihuana en un aeropuerto en Hawai, exhibir una extrema delgadez (una fragilidad vinculada al supuesto abuso de drogas) y por sus peleas con su marido. Esta espiral de destrucción comenzó a pararse en 2007, cuando el divorcio de Houston y Brown fue definitivo. Un Bobby Brown "limpio y sobrio" espera ahora su primer bebé junto a su nueva compañera, su mánager Alicia Etheridge.

De sus siete años de ausencia artística desde Just Whitney ha comenzado a hablar ahora. Lo ha hecho en la web Billboard.com. Allí ha confesado que llegó a plantearse la jubilación pese a tener 46 años hasta que llegó Davis y le recordó que el público todavía quiere escucharla y la sacó de la jubilación anticipada de la misma forma que hace más de 35 años le dio un nuevo futuro.

Su página web cuenta los días, horas y minutos hasta la llegada del álbum y en el resto de Internet se ha filtrado que el primer tema del álbum será I Didn't Know My Own Strength. No es el único apoyo con el que cuenta en la Red. El mordaz Pérez Hilton, azote de famosos, prefiere no hacer leña del árbol caído y admirar, como si se hubiera vuelto un serio crítico de música, estas nuevas canciones que, dice, le recuerdan a la mejor Whitney.