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La morena de las fotos es Madonna antes de ser Madonna, aunque ya con muchos y evidentes deseos de sobresalir. A sus 20 años, cuando aún era una completa desconocida y tenía que ganar dinero para pagarse sus estudios de danza en Nueva York, la que luego sería la reina del pop posó desnuda por treinta dólares para el fotógrafo Martin Schreiber. Esas tomas, publicadas en su día por la revista «Playboy», se exponen ahora en una galería de Londres después de haber recorrido otras ciudades europeas. Los fans de la cantante puedan adquirirlas por precios que parten de los 3.500 euros.
Aunque Madonna procura mantenerse en forma para las acrobacias que practica en sus shows, muy meritorias para sus 50 años de edad, sus carnes de hoy poco tienen que ver ya con las que exibibía treinta años atrás, en 1979. En esas fotografías en blanco y negro, Madonna Louise Ciccone adopta poses de modelo, sin esbozar apenas los gestos insinuantes a los que después se aficionaría.
«Básicamente era una modelo. Fue pagada para una sesión de fotografía de Martin Schreiber, que estaba enseñando fotografía a estudiantes. Ella no era nadie entonces», según explica Jamie McCartney, propietario de la galería Impure Art de Londres, que acoge la exposición. «Así que son problamente las últimas imágenes tomadas antes de que ella realmente controlara su propia imagen. Sería a partir de entonces cuando probablemente aprendió a usar su sexualidad para su propio beneficio», aventura McCartney.
Las fotos no salen ahora a la luz. Cuando Madonna comenzó a triunfar en el mundo de la música y los escenarios, Schreiber vendió los negativos a la revista «Playboy», que las publicó en 1985, tres años después de que la italoestadounidense estrella lanzara su primer sencillo, «Everybody». Ahora vuelven a ser noticia aprovechando la coyuntura de que se cumplen tres décadas de aquella sesión fotográfica. «Los desnudos de Madonna. Treinta aniversario» es el título de la pequeña muestra.