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La cantante Amy Winehouse, recién divorciada de Blake Fielde-Civil, ha declarado ante los juzgados por la acusación de agresión de una mujer tras una actuación benéfica en 2008.
La artista, ganadora de distintos premios musicales, ha ido vestida de manera más seria a lo que acostumbra, con un traje color grís. Winehouse ha negado en la City of Westminster Magistrates' Court haber asaltado a Sherene Flash después del Berkeley Ball, en septiembre del pasado año. La acusación sostiene que la cantante propinó a la mujer un puñetazo en el ojo derecho cuando le pidió fotografiarse con ella al término de su actuación en el baile benéfico.

Flash asegura que su petición fue "muy educada" y que la cantante reaccionó "de manera violenta", probablemente "bajo los efectos del alcohol o las drogas".