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En medio de una manifestación de dolor, llanto y solidaridad de familiares, amigos y gente del pueblo, fue recibido a las 9:00 de la noche de ayer en la funeraria El Angel, de Barahona, el ataúd conteniendo los restos mortales del narcotraficante Rolando Florián Feliz, muerto a balazos la noche del sábado en un incidente ocurrido en la cárcel de Najayo, San Cristóbal. Cuando el vehículo de la Funeraria Blandino que trasladó el cadáver desde Santo Domingo, arribó a la Funeraria El Ángel, ubicada en la calle Anacaona, una multitud de personas que quería verlo, se abalanzó sobre el vehículo originándose un caos que se extendió por varios minutos. Lo mismo sucedió cuando el féretro fue introducido al interior de la funeraria local.

Cuando se supo la muerte de Florián Feliz, a eso de las doce y media de de la madrugada de ayer domingo, varias personas realizaron disparos al aire en diferentes puntos de la avenida Enriquillo en la zona del malecón, en esta ciudad, como señal de protesta contra el hecho de sangre.