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Cuando en el 2001 salió su primer disco, ¿Qué pides tú?, Alex Ubago tuvo que competir con el 'huracán' David Bisbal, la sensual Chenoa y la sentimental Rosa, que se convirtió en la Novia de España. La explosión de Operación Triunfo, un programa de la televisión española que transformó en ídolos de la juventud a este grupo de chicos hasta ese momento desconocidos, no pudo opacar el talento de Ubago, que del modesto proyecto musical de 8,000 copias que comenzó siendo ¿Qué pides tú? consiguió vender al final un millón y medio.

La fanaticada del cantautor vasco, tan fiel como el primer día, ha vuelto a poner en los primeros lugares de las emisoras de Latinoamérica su cuarta producción musical, Calle Ilusión, que lo devuelve al ruedo después de tres años de silencio.

''Sigo conservando mis amigos de siempre, ésos que cuentas con los dedos de la mano, porque es importante no perder a la gente que te quiere y que te ayuda a mantener los pies en la tierra'', comenta Ubago en entrevista telefónica desde España, asegurando que la fama no ha logrado cambiarlo ni un ápice.

'Soy un `tío' sencillo, con sentido del humor y extrovertido. Me gusta la gente buena que se divierte y tiene buen rollo'', añade.

En un reciente concierto en el Parque Simón Bolívar de la capital colombiana pudo escuchar a 60,000 personas corear Me arrepiento, el primer sencillo de Calle Ilusión.

El romance ha sido su fuerte desde que comenzó a componer sus primeros temas, a los 15 años, para una novia que tenía en la ciudad en la que vive desde su infancia, San Sebastián.

Me arrepiento parte de una vivencia sobre la que prefiere no dar muchos detalles porque la letra habla por sí sola.

''Es una de esas canciones sentimentales muy cercanas a mí'', confiesa. ``Me encantaría que la gente la escuchara y que cada uno la sintiera a su manera; cuenta una historia que muchos hemos podido vivir: alguien deja a su chica y luego se da cuenta de que la quiere y se arrepiente''.

Según indica, el álbum Calle Ilusión consigue renovar su sonido sin perder el sello con el que se le identifica hasta ahora. La producción de Sebastián Schon y Cachorro López --que ha estado a cargo de varios discos de Andrés Calamaro y Belanova-- le da un ''color'' distinto al álbum.

Aunque predominan los temas melodiosos como el exquisito Walking Away, que canta a dúo con el interprete británico de R&B Craig David, temas como Calle Ilusión y Amsterdam tienen un ritmo más movido y alegre que está en consonancia con su propósito de trasmitir un mensaje positivo.

A diferencia de la mayoría de sus canciones, cuyos nombres surgen de una frase de la composición, Calle Ilusión nació antes de entrar al estudio de grabación como el título perfecto para una canción optimista que escribió más tarde.

''La mayoría de las veces hablo mucho de mí mismo, de mis sentimientos, aunque, obviamente, uno no vive tanto como para escribir tantas canciones. Por eso hay canciones personales y otras que robo, de alguien que me contó [su historia], o que invento. Todo se vale'', comenta Ubago de sus fuentes de inspiración.

En plena gira promocional por España y Latinoamérica, el cantautor confiesa que lo que más disfruta es regresar a su casa de San Sebastián, ciudad que lo sigue conquistando a pesar de la tentación que ha sentido alguna vez de mudarse a Madrid.

''Soy bastante dormilón y aprovecho cuando no tengo que madrugar'', comenta de la manera en que prefiere disfrutar del tiempo libre.

''También me gusta cocinar. Los cocineros vascos son los mejores'', destaca, aceptando que en su caso sólo ``me defiendo''.

Su especialidad es el spaghetti a la carbonara, que prepara para sus amigos, quienes llegan para acompañarlo a jugar al billar, otra de sus pasiones.

Los placeres simples lo definen, aunque como aconseja en Calle Ilusión, ``hay que vivir cada momento como si fuera el último... y sin estar nunca de acuerdo con la autoridad''.

Nadie sospecharía que detrás de esa cara de niño bueno se esconde un rebelde.•