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Aquellos que recurren a la mentira con la falsa premisa de que incrementarán su incidencia, están equivocados. Bien les cabe el refrán que dice "salieron por lana, y terminaron trasquilados". El comunicador que miente, pierde credibilidad. Eso al parecer no lo asimilan ciertos individuos que incursionan en la farándula, igual que algunos del áarea política. Lo peor que le puede ocurrir a quien haga opinión es ser desenmascardo cuando utiliza falsedades. Dicen en campos de la Línea Noroeste que a quien le cogen miedo vivo, es mejor que muera...