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Después que concluyó la etapa precomercial del Metro de Santo Domingo, retornó el caos del deficiente transporte de minibuses y conchos a Santo Domingo Norte. Mientras estuvo operando el Metro, la cantidad de "voladoras" que tranajaban disminuyó considerablemente, igual que los carros públicos. Pero como dice el refrán: "la alegría en casa de pobres dura poco". Desde el martes las "voladoras" volvieron a adueñarse de la avenida Hermanas Mirabal, transitando muchas a exceso de veolicidad, estacionándose donde les venga en ganas a sus conductores, y montando más poasajeros de la capacidad de esos vehículos ante la mirada contemplativa de miembros de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet).

Asimismo, los conchos en las horas pico, nuevamente están recortando la ruta "rotonda" Nicolás de Ovando y viceversa, viéndose muchos usuarios en la necesidad de pagar dos pasajes en vez de uno para llegar temprano a sus centros de labroes o estudios, y a sus hogares. Esto evidencia que las empresas de transporte disfrazadas de sindicatos actúan por encima de la ley y las autoridades no se dan por enteradas.