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Licelot Marte de Barrios, presidenta de la Cámara de Cuentas, afirmó que constituye un acto de desprendimiento y nobleza la devolución de más de 5 millones de pesos por parte del pleno del organismo al Estado, suma que se asignaron por concepto de reglaía y bono navideño. Nosotros pensamos contrario a lo expresado por la señora Marte de Barrios. Ni es nobleza ni desprendimiento que los jueces de la Cámara de Cuentas devolvieran lo que no les correspondía, aunque la ley no se lo prohiba. Reiteramos que el Congreso debe modificar dicha ley pues es injusto, abusivo e irritante que los miembros de la Cámara de Cuentas se asignen con 55 días en la posición, más de medio millón de los hediondos, cuando la mayoría de los servidores del Estado devengan salarios míseros.

El ehcho se inscribe en la inversión de valores que nos arropa, en adición a los "amarres políticos" y acuerdos de aposento a los que no tienen acostumbrados los partidos. De ahí que la credibilidad de las organizacioens partidistas sea cada vez más pequeña, sobre todo cuando se incurren en indelicadezas como las del caso que nos ocupa.

Dejémonos de pendejadas y complacencias con personas que sze autoproclaman "honestos" y "honorables" y con deseos de "servir" al país. Sus discursos plagados de retórica requeteusada no son más que acciones demagógicas.

Por ese tipo de posiciones es que la credibilidad de los partidos está de palo pa´leña, aunque sus cúpulas se empeñen en proclamar lo contrario. Aquí hasta los chinos de Bonao saben cómo actúan cuando desempeñan cargos públicos la mayoría de los politiequeros que nos gastamos.

La famosa Cámara de Cuentas no debía estar integrada por más de cinco miembros, preferiblemente contadores públicos, no políticos que lo único que persiguen-salvo las excepciones de la regla-es amasar fortunas a costa del Estado.