Yaguaza.com

Interrupciones del servicio de energía eléctrica de hasta 14 horas se produjeron ayer en distintas urbanziaciones y barrios del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Es el cuento de nunca acabar. Diferentes gobiernos han prometido en reiteradas oportunidades la solución del problema, pero hasta ahora no han pasado de las palabras a los hechos. El más reciente anuncio de esperanza es la contratación de dos barcazas filipinas a las que el Estado a través de la Corporacióna de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), le suministrará combustible.

En otras naciones, incluyendo desarrolladas, se utiliza energía eólica y solar, lo que ha solucionado el problema de poblaciones con más habitantes que esta media isla. Un chusco comentó que como no hay que comprar ese tipo de energías, los políticos no le ponen interés.

Aquí cuando se dio a conocer la privatización del servicio energético, en 1997, se anunció a todo pulmón que esa era la solución, que los apagones pasarían a la historia en pocos años. No obstante, 11 años después, la cosa es peor. Los pendejos ciudadanos pagamos más por el pésimo servicio. Pagamos apagones.

Y por más que pretenden tapar el sol con un dedo las autoridades, son financieras las tediosas interrupciones. Recienteme, Radhamés Segura, vicepresidente de la CDEE anunció un abono de 20 millones de dólares a los generadores que dicen les adeudan más de 200 US.

En la gestión de Hipólito Mejía, en una acción criticada por diferentes sectores, el Estado recompró a la empresa española Unión Fenosa las distribuidoras Edenorte y Edesur a precios que entendidos manifestaron superaron el valor de las quebradas compañías. El Estado posee el 50 por ciento de Edenoter, Edersur y Edeeste, sin embrago, no se conoce de beneficios, sino de pérdidas oficiales en ese negocio.

Si en este país tuviéramos energía eléctrica y agua potable, pueden tener la seguridad los políticos que a la mayoría de la gente le importara quien estuviera dirigiendo la nación. De clientelismo estamos jartos en este país. De falsas promesas respecto a "mejoría" del servicio eléctrico, estamos saturados y no las creemos porque hasta el momento no se han cumplido.

Son muchos los personajes que en diferentes gestiones gubernamentales han amsado fortunas millonarias desde la antigua CDE, con los porcientos recibidos por la izquierda por concepto de compra de combustibles y plantas generadoras.