Frente alza alimentos, el mismo cuento: comerciantes detallistas culpan mayoristas y gobierno
domingo, 26 de octubre de 2008 10:10 By Augusto Socìas
Ante la desenfrenada alza de los precios de los alimentos de la canasta familiar, dirignetes de "asociaciones" de comerciantes detallistas, vuelven a proclmar a todo pulmón que los responsables de los aumentos son los mayoristas y el gobierno.
Mientras, los pendejos contribuyentes continúan pagando los platos que no han roto. Es la de nunca acabar. Ultimanete han subido de precio arroz, habicuelas, esaguettis, coditos, salsa, aceite, huevos, etc.
Algunos dirán que "estamos en una economía de libre mercado" y por tanto, los precios los fijan productores y comerciantes. Pero a decir verdad, el gobierno deberá empantalonarse fortaleciendo las plazas de la Secretaría de Agircultura que durante la campaña electoral lucieron abarrotadas de arroz, plátanos, pollo, huevos y otros rubros que consume la mayoría de la población, la gente de clases media-lo que queda-y baja.
Es necesario que funcionarios dejen sus confortables oficinas y se den un vueltecita por colmados de barrios populares; así comprobarán cómo andan los precios de los alimentos de la cansata familiar.
Llegó la hora de pasar de las palabras a los hechos. Se impone que lo hagan antes de que se produzcan estallidos sociales por la desesperación de miles de ciudadanos cuyos presupuestos no les alcanzan para acompañar arroz y habicuelas con pollo diariamente.
Mientras, los pendejos contribuyentes continúan pagando los platos que no han roto. Es la de nunca acabar. Ultimanete han subido de precio arroz, habicuelas, esaguettis, coditos, salsa, aceite, huevos, etc.
Algunos dirán que "estamos en una economía de libre mercado" y por tanto, los precios los fijan productores y comerciantes. Pero a decir verdad, el gobierno deberá empantalonarse fortaleciendo las plazas de la Secretaría de Agircultura que durante la campaña electoral lucieron abarrotadas de arroz, plátanos, pollo, huevos y otros rubros que consume la mayoría de la población, la gente de clases media-lo que queda-y baja.
Es necesario que funcionarios dejen sus confortables oficinas y se den un vueltecita por colmados de barrios populares; así comprobarán cómo andan los precios de los alimentos de la cansata familiar.
Llegó la hora de pasar de las palabras a los hechos. Se impone que lo hagan antes de que se produzcan estallidos sociales por la desesperación de miles de ciudadanos cuyos presupuestos no les alcanzan para acompañar arroz y habicuelas con pollo diariamente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario