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Muchos conductores de carros públicos hacen su agosto cuando lluve, pues acortan las rutas, teniendo los pendejos usuarios que pagar dos y hasta tres pasajes en vez de uno. La acción constituye otra demostración del caos imperante en el transporte público del país. Ayer por ejemplo, en la esquina de las avenidas Independencia y Máximo Gómez, los conchos que regularmente llegan hasta la Ovando, cortaon la ruta hasta la San Martín. Lo mismo hicieron los que van de la Ovando con Gómez a Villa Mella, la mayoría sólo lelgaban a la urbanización Cerros de Buena Vista. Por esta razón somos de los que estamos a favor del Metro de Santo Domingo, independientemente de que se embolsillen sus millones quienes lo construyen.