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La Omsa sigue languideciendo pese a los reiterados anuncios de que con nuevas unidades alimentará al Metro. Hace poco, la empresa Autozama, representante de los fabricantes de las nuevos vehículos, dio a conocer que no había recibido la carta de crédito correspondiente y que por esa razón, estaban varados en Brasil102 autobuses.

El presidente Leonel Fernández debe cuanto antes, interponer sus oficios, a fin de que este inconveniente sea solucionado. La Omsa representa-lo reiteramos-un alivio para miles de estudiantes, obreros y empleados, pues la tarifa subsidiada es de cinco y diez pesos en las unidades sin aire y las que tienen aire acondicionado, frente a 20 y 25 de los hediondos que cobran las voladoras.

A esto añádale que quienes se ven precisados a trasladarse en las voladoras, deben soportar de forma estoica que sus conductores se desplacen a paso de tortuga si tienen pocos pasajeros, o a la velocidad de un rayo sin importarles las vidas de los ciudadanos. También, a irse apretujados ya que a un minubús de 30 pasajeros le suben hasta sesenta en las narices de los agentes de Amet.