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El Gobierno debe construir viviendas económicas en terrenos propiedad del Estado y entregárselas a personas que viven próximo a rios y cañadas, quienes cada vez que pasa una tormenta o ciclón por el país tienen que ser trasladados a refugios por las instituciones de socorro.

Miles de personas, muchas provienen del interior del país, ven en la capital su futuro, y se arriegan a vivir cerca de rios. Por bajo nivel educativo no toman en consideración el peligro a que se exponen frecuentemente. Es la otra cara de la moneda de un país que registra avances en telecomunicaciones, centros médicos , etc.

Los cinturones de miseria ubicados cerca de rios, arroyos y cañadas, son producto de la indiferencia e irresponsabilidad de distintos gobiernos que se han hecho de la vista gorda ante el problema, que además contribuye a la contaminación de los rios, pues las materias fecales de los residentes en su proximidad van a las aguas.

Se trata de un drama social que ningún gobierno ha encarada con seriedad. Es hora de que se ponga en marcha un plan, se realice un censo para determinar la cantidad de personas que viven cerca de rios y construirle viviendas económicas, pueden ser de madera y zinc y que se vigile de manera permanente las riberas a fin de que no se permita el establecimiento de cinturones de misera en las mismas.