Johnny Ventura debuta en Cuba con apoteósico recibimiento

lunes, 6 de julio de 2015 6:35 By Augusto Socìas

Santiago de Cuba. Quizás con el antecedente de Oscar de León en 1983, y el de Juanes, Bosé y otros en la Plaza de la Revolución en La Habana en 2009, probablemente ningún otro artista haya despertado tanta euforia en los cubanos de a pie como Johnny Ventura, quien debutó la noche del sábado junto a Maridalia Hernández con el espectáculo La Gallera, en el Teatro Heredia de esta ciudad, el segundo en importancia del país.
En el espectáculo, traído por el Ministerio de Cultura de República Dominicana, al Festival del Caribe que cumple su edición 35, dedicado a la mancomunidad bahamense, el ministro José Antonio Rodríguez, quien introdujo el mismo, expresó la hermandad que une ambos países y las coincidencias culturales que les hacen parecer tanto.
Esperado por más de cuatro décadas en Cuba, Johnny Ventura se entregó casi literalmente a un público delirante, que lo recibió de pie, al ritmo de Los Algodones, después que la orquesta integrada por músicos típicos, dirigida por Jochy Sánchez, arrancara al compás de Las siete pasadas.
El espectáculo fue transmitido en vivo por una cadena nacional de televisión, y dirigido por Víctor Torres, uno de los principales productores cubanos, director general del canal Cubavisión.
Cabo’e vela, El Merengón y Monte adentro completaron la primera parte del espectáculo, dando paso a una de las partes más estelares, cuando salió el ganador del primer concurso de acordeonistas, el niño de 8 años, Diómedes Espinal, quien interpretó La última moda y Jicomé, recibiendo ovaciones por las muy avanzadas capacidades que mostró para el instrumento.
Con Los Saxofones, se mostró el virtuosismo de los saxofonistas dominicanos, y las exigencias del ritmo, en un amistoso contrapunteo como si fuesen dos gallos en una lidia de las tantas que se realizan en República Dominicana, pero que en Cuba es una pasión que han llevado dentro muchos -como el finado poeta popular Luis Gómez- después que fuesen prohibidas en Cuba desde los inicios de los 60.
Loreta, y sobre todo Amorío, levantaron al público con el regreso de El Caballo Mayor, quien presentó a Maridalia, otra estrella querida por los cubanos, ante quienes se ha presentado anteriormente.
Maridalia se paseó por el escenario con un Medley típico que incluyó Gallito pinto, La chiflera, El peca’o de Samaná, Vamo a hablar inglé, y La Gallera, y remató con Ojalá que llueva café y A Santiago en coche, la versión del popular tema cubano de Adalberto Álvarez que adaptaran Juan Luis Guerra y Maridalia.
Johnny regresó para el falso final con La Agarradera, y se devolvió para rematar al toro con Capullo y Soruyo, y el muy esperado Patacón pisao.
Johnny admirado
Al llegar al Teatro Heredia, con capacidad para 3,500 personas, pero que llegó hasta las 4,000 que atiborraron pasillos y cualquier espacio posible, Johnny fue recibido por las máximas autoridades de la provincia.
En horas de la tarde El Caballo Mayor ofreció una rueda de prensa para medios cubanos, junto al ministro de Cultura cubano, donde expresó que en su infancia “era como si viviéramos en Cuba”, recordando la penetración que tenían las emisoras cubanas de entonces. 
Sobre Benny Moré, su gran ídolo, y con quien compartió música y tarima como corista en una oportunidad que El Bárbaro del Ritmo visitó Santo Domingo, dijo: “Yo sentí que murió mi papá, el día que murió Benny Moré”.
Sobre el espectáculo concebido por el músico de Santiago de los Caballeros, Jochy Sánchez, manifestó que “Cantar con La Gallera es volver a ser un niño; cumplo mi sueño de niño con venir a Cuba”. 
Es la primera vez que La Gallera sale de República Dominicana y es a Santiago de Cuba, ciudad que celebra 500 años de fundada.
Johnny Ventura fue recibido por los músicos en los estudios de grabación Siboney de esta ciudad, donde espontáneamente improvisó con un septeto de esta región que le interpretó dos temas.
En las calles y lugares que visita es abordado por todos, quienes desean abrazarlo o retratarse con el ídolo Johnny Ventura.   Alfonso Quiñones/Diario Libre). 

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